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Creo que son de coherencia y sentido común algunas de las primeras decisiones adoptadas por Javier Rodríguez Palacios,  nuevo Alcalde de Alcalá de Henares, y que se traducen en la “supresión” del servicio de escolta, así como la renuncia al coche oficial.

Por lo visto estas medidas suponen un ahorro de casi 250.000€ al año, o mejor calculado un millón de lereles al cabo de la legislatura, lo que es dinero, y más teniendo en cuenta que es un gasto que no repercute en ningún beneficio a la ciudad.

Tengo mis dudas con respecto a la manera en cómo se llevarán a cabo estos nuevos “status quo”, es decir, si Javier Rodríguez Palacios irá solito por la calle, o si por el contrario, irá acompañado de algún policía de uniforme. Evidentemente los gastos no serán los mismos que los que había antiguamente, pero creo que todos debemos esperar, para poder conocer el ahorro real de la medida, y si es una medida que se adopta de forma honesta para con los vecinos de Alcalá de Henares o se hace de cara a la galería.

También creo de sentido común y coherencia acertada la renuncia al coche oficial, pero hay algo que no acabo de entender.

Visto como nos cuentan la película, podría resultar que si el chico del “San Gabriel” es convocado a una audiencia a la Zarzuela “por ejemplo”, y al mejor estilo Revilla se nos presentase allí en Taxi – foto mediante-, o mejor aún se nos plantase allí en formato excursión dominguera  bicicleta de montaña/bocata de tortilla, vamos para disfrutar de los paisajes del Pardo muy en consonancia con el buen rollito del nuevo gobierno, muy respetable por otra parte.

De ser así, y teniendo en cuenta la poca pericia y las malas experiencias previas que el chico de San Gabriel” ha acreditado con el uso de la bicicleta – creo que no es necesario recordar que ya tuvo un percance sin mayores consecuencias utilizando el carril bici de nuestra ciudad-, podría resultar que debido  a lo agreste de los paisajes del Pardo, pinchase las ruedas – por ejemplo- y se tuviese que plantar ante los monarcas llevado en andas por los más deportistas del grupo – Fernando Fernández Lara y Alberto Blázquez, haciendo Yolanda Besteiro las veces de aguadora – no sea que al chaval le diese un vahído.

Por eso creo acertado considerar que las verdades pueden no son del todo ciertas, aunque a pesar de mi acidez,  creo que la voluntad es buena.

Creo que también es bueno recordarle al equipo de gobierno, la promesa efectuada en campaña electoral, y consistente en llevar a cabo una auditoría sobre las cuentas municipales resultantes de la gestión de Javier Bello al frente del Ayuntamiento. Suele ser habitual, que “cuando se toca moqueta”, las voluntades mutan, y no es lo mismo pedir una auditoría cuando se está en la oposición, que cuando se llega al poder, ya que las perspectivas son muy diferentes, y las ópticas pueden cambiar voluntades.

Hablando de control del gasto, estaría bien conocer que va a pasar con los 26 salarios multimillonarios de más de 100.000 lereles  que se reparten en el Ayuntamiento de Alcalá de Henares. Porque mucho publicitar medidas de ahorro, pero en Alcalá de Henares hay 26 funcionarios que – si no cambian las cosas- pueden terminar rascándonos 12 millones de euros al cabo de la legislatura, y que dejarían en ridículo el ahorro pregonado en la escolta y el coche oficial.

Creo que sigo siendo clarito y conciso, y también pienso que la demagogia sobra en una ciudad con una situación tan calamitosa como la nuestra.

No tengo ningún tipo de ojeriza al “club de los 26” súper funcionarios del Ayuntamiento, salvo porque se trata de personas normales que hacen un trabajo que cualquier otra persona podría hacer percibiendo un salario 2 tercios inferior al que reciben. Esos súper funcionarios han consolidado su sueldo y privilegios haciendo codos y acumulando el trabajo de concejales que no siempre han estado a la altura del cargo, y han preferido delegar su trabajo para escurrir el bulto. El trabajo de uno, vale lo que vale, se llame uno pepito o menganito, y punto pelota.

Con la razonable diferencia de esos súper salarios, bien podrían costearse los tan cacareados “comedores escolares” tan postulados por la nueva gobernante izquierda complutense. Repito que no estaría bien visto que un Ayuntamiento como el nuestro, fuese incapaz de costear esos comedores, alimentando en cambio los multimillonarios salarios “de unos pocos privilegiados”.

Y ya para concluir, quiero mostrar mi más profundo malestar con la nueva Alcaldesa de Getafe, Sara Hernández Barroso,  que en un ejercicio de inteligencia “sin igual” no tuvo inconveniente en pactar con “ahora Getafe”, para alcanzar la Alcaldía, pero que en otro ejercicio de inteligencia, también “sin igual”, no ha tenido menor problema en pactar con el Partido Popular e I.U de cara a acordar salarios así como asesores. Según ella, sólo tiene que responder ante los vecinos………… una buena aprendiz de la doctrina del papel todo lo soporta”.

Si esa es la pava que se postula como Secretaria General de los Socialistas Madrileños…………………… ¡¡¡Creo que nos tenemos que ir preparando!!!

Lo de siempre

Tenemos lo que nos merecemos

El Alcalaíno impenitente

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