(Editorial) La – en principio-  loable iniciativa de celebrar una Maratón en Alcalá de Henares naufragó el pasado fin de semana. Únicamente 248 atletas cruzaron la línea de meta de la Maratón en las inmediaciones de la Plaza de Toros. El Ayuntamiento “llena las cifras” de la prueba con los algo más de 800 corredores que disputaron la prueba menor -10.000 mts- o la maratón por relevos,- media maratón- distancias de las que la ciudad ya dispone de pruebas propias.

Atrás quedan una jornada de caos circulatorio e incomunicación entre las diferentes áreas de la ciudad, así como un enrevesado circuito en el que la soledad de los corredores queda palpable en muchas zonas, circunstancias que no han revertido en ningún tipo de beneficio para la ciudad, ni económico ni institucional.

Como ya hemos dicho la iniciativa es loable, pero como la mayoría de las pruebas deportivas que durante los últimos años se han celebrado en la ciudad, las inscripciones han brillado por su ausencia. Duatlón  Cross del Henares, DUXPAH, carrera del GRUTEAR y ahora la Maratón Cervantina, son pruebas que languidecen y han sido víctimas de la saturación de pruebas deportivas que en Alcalá – también en otras ciudades- se produce, convirtiendose en simples eventos de lucimiento personal de unos pocos, sobre los intereses de muchos.

También queda sobre la mesa el condicionante económico. El Ayuntamiento ha manifestado que el 100% de lo recaudado en la Maratón será destinado a fines sociales relacionados con el deporte, pero en ningún momento el Ayuntamiento ha publicado los gastos ocasionados por una carrera que se celebra para un muy escaso número de participantes: Alfombras de medición de tiempo, fijo de salida para los participantes africanos de la prueba, voluntarios, servicios de guardarropa, camisetas conmemorativas, seguros de responsabilidad, unidades de actuación médica, avituallamientos…. sin contar con los recursos directamente utilizados por el Ayuntamiento – policía local, protección civil, parque municipal de servicios- gastos que hay que soportar, y que en este caso no se cubrirán con el dinero obtenido por la prueba, que se utilizará para la causa solidaria establecida por nuestros Concejales.

Todavía en Alcalá resuenan los goznes cuando se habla del polémico concierto para Haití, concierto en el que el Ayuntamiento invirtió una considerable cantidad de dinero – se gastaron cerca de 22.000€ con cargo a los contribuyentes para obtener algo más de 6.000€ de entradas-  a cambio de unas entradas solidarias, cuyo beneficio, y sólo tras unas extrañas visicitudes llegó a su destino. O la final de la Copa de España de Fútbol Sala 2013, que pusieron en un brete a Javier Bello cuando declaró que se destinarían 18.000€ a la celebración de un evento cuyos costes se presupone que fueron mucho mayores.

La presencia en la entrega de premios del pasado Domingo junto con el Alcalde de los ediles de deportes –Alberto Blázquez- y transparencia  -Brianda Yañez- nos permitirá sin duda conocer los gastos ocasionados por la celebración de la prueba, gastos que en ningún caso habrán sido inferiores a los 70.000€,  que habrán supuesto un retorno no superior a los  20.000€ – hay que añadir los ingresos de los patrocinadores- que además no serán utilizados para soportar los gastos de la prueba. ¿Merece la pena invertir todo este dinero en una prueba de tan escaso seguimiento, con las acuciantes necesidades que plantea la ciudad?

Queda claro que los Alcalaínos debemos conocer cuánto ha costado la celebración de la Maratón Cervantina para poder evaluar si es conveniente seguir gastando dinero en la disputa de las próximas ediciones, evitando así que caprichos ególatras o errores políticos  colapsen el tráfico en nuestra ciudad un día sí, y al siguiente también.

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