(Editorial) Las polémicas declaraciones efectuadas ayer por Javier Bello a una web de información local, no han dejado indiferente a nadie, y son demasiadas las voces que solicitan las oportunas explicaciones al portavoz popular en el consistorio complutense  – los socialistas de Alcalá ya lo han hecho -.

Javier Bello siempre ha justificado ir un paso por delante de las diferentes noticias que han ido surgiendo en los medios de comunicación, tanto locales como nacionales, y que han convertido a Alcalá de Henares en una ciudad que fuera de nuestros límites no sólo es conocida por ser la cuna de Cervantes.

Bello ha sido y es servidor público de los alcalaínos, siendo retribuido con nuestros impuestos, por lo que debe explicarle a sus conciudadanos las diferentes incógnitas que rodean buena parte de las actuaciones políticas de los últimos años, actuaciones de las que él mismo – por su condición de primer edil- ha sido protagonista de alguna u otra manera.

Con sus declaraciones,  Bello pone en solfa no sólo la honorabilidad de sus predecesores, – socialistas y populares- sino también la de buena parte de sus actuales compañeros de escaño, deteriorando con su actitud una y otra vez tanto los intereses de los complutenses, como los propios del Partido Popular de Alcalá, Partido que se ha convertido en una especie de circo mediático.

Escudarse en las intrínsecas particularidades jurídicas de los diversos procedimientos abiertos en los juzgados para justificar la omisión al ciudadano de los múltiples datos de los que se jacta conocer y que de forma deliberada no revela, no debe ser excusa suficiente para obviar sus obligaciones como cargo público, y tampoco es el camino más adecuado para que la vida política complutense recobre la normalidad tras la hecatombe que supuso su incorporación a la vida pública.

Las responsabilidades políticas no deben dilucidarse en los juzgados, y Bello tiene la obligación tanto moral como jurídica y política de esclarecer sus manifestaciones buscando abrir paso en la profunda neblina en la que nos encontramos, neblina que para él es inexistente debido al profundo conocimiento del que presume sobre los hechos investigados en los juzgados, hechos que son desconocidos para el resto de los alcalaínos.

Como bien parece apuntar Javier Bello, la gestión política de la ciudad en los últimos años ha sido manifiestamente mejorable, siendo la higiene política la única vía de salida a este marasmo , higiene que tiene que ser predicada precisamente por sus servidores públicos. Bello es concejal de nuestro Ayuntamiento y ha sido primer edil en un periodo de tiempo en el que según él, en el Ayuntamiento de Alcalá las cosas no se han hecho como se deberían haber hecho, cuando era precisamente el responsable último de todas las actuaciones del consistorio.

Queremos saber, y Javier Bello nos debe unas cuantas explicaciones……………