La toma de decisiones en el ámbito de los sistemas de salud se sustenta sobre una adecuada evaluación económica de la innovación. Para ello, los profesionales encargados de su gestión deben contar con la mejor información posible y conocer cómo aplicarla a través de los análisis de impacto presupuestario”. Esta ha sido la conclusión principal a la que se ha llegado durante la ceremonia de clausura de la III edición de la ‘Escuela de Verano de Evaluación del Medicamento’ de la Cátedra Lilly-Universidad de Alcalá.

Por este motivo, ‘la Escuela de Verano de Evaluación del Medicamento’ ha dedicado la edición de este año al análisis teórico-práctico de la importancia de la evaluación económica en la toma de decisiones sanitarias. En este sentido, Francisco Zaragozá, director de la Cátedra Lilly-Universidad de Alcalá de Innovación y Valor del medicamento, ha destacado “el acierto de combinar un programa con contenidos teóricos y prácticos para afianzar los fundamentos del análisis de impacto presupuestario”.

Así, la primera parte del programa se ha dedicado a estudiar las fuentes bibliográficas relacionadas con la investigación de resultados en salud. Para Ángeles Flores, responsable del Departamento de Información Médica y Publicaciones Científicas de Lilly, que ha impartido los módulos sobre fuentes bibliográficas, “resulta de vital importancia asegurar la mejor formación y perfeccionar los métodos de búsqueda de datos sobre los que se sustentan las decisiones sanitarias, ya que con ellas se puede mejorar considerablemente la calidad de vida de los pacientes”.

Por su parte, Carlos Rubio, director de Health Value, se ha ocupado de la docencia de las sesiones del programa dedicadas al análisis de impacto presupuestario. “Para poder gestionar convenientemente los Sistemas de Salud hay que conocer adecuadamente la metodología de análisis de impacto sobre los presupuestos. De acuerdo con esta máxima, hemos tratado de que los asistentes aprendieran a manejar esta metodología y que puedan implementarla en su gestión diaria para la producción de medicamentos u otras tecnologías sanitarias”, ha destacado Rubio.