Etiquetas

,

Bueno, ya tenemos gobierno. Ha tardado en cerrarse, pero ya tenemos gobierno, y por lo que parece tendrá carácter estable, por lo menos de cara a la ciudad. Pienso que las fisuras, – por otro lado lógicas al tratarse de una amplia coalición-surgirán dentro del propio equipo, pero será difícil que la oposición tenga mucha participación en la nueva legislatura.

Habrá que ver si los chicos de Somos Alcalá, mantienen su promesa de devolver al Pleno, alguna o algunas de las facultades que ahora ostenta únicamente la Junta de Gobierno, lo que permitiría ampliar el juego democrático, y a mi entender los controles políticos.

También espero que el poder modere las ideologías de todos, en aras del sentido común. Creo que debo enmendar mi error y dejar de tildarles de bolivarianos. No lo hago de forma despectiva, y es posible que yo por lo menos haya utilizado el adjetivo a la ligera. Hay que otorgarles el beneficio de la duda, para ver donde nos quieren llevar.

En general creo que todos tenemos que huir de posturas radicales y pienso que los concejales de Somos Alcalá, están plenamente cualificados para gobernar la ciudad. He visionado todas y cada una de las reuniones publicadas en su web, y creo con sinceridad, que si le ponen empeño, lo pueden hacer muy bien, evidentemente no se han caído de un guindo. Como ya he dicho en alguna ocasión, me llama mucho la atención Brianda Yáñez, y considero que su trabajo en Agua de Mayo, merece consideración y respeto. Espero y confío que «la maña» trabajará por Alcalá con energía .

De Pili no puedo decir mucho porque ya está todo dicho. La tengo por inteligente – aunque la he visto echar sus buenos borrones- y pienso – creo que como todo el mundo- que si realmente quiere hacerlo bien, lo hará. Cosa distinta es que se enrede en politiqueos baratos de esos que le gustan tanto y de las que pienso ya ha salido bien escaldada.

Y ya para acabar, habrá que ver que nos depara Javier Rodríguez Palacios. El chico de San Gabriel ha pasado lo suyo hasta llegar donde está. Primero su sorpresiva nominación en 2007, luego las luchas con el desaparecido Eusebio, y finalmente tener que pergeñar un gobierno de coalición. Si bien, la renovación de Bello como candidato se lo puso en bandeja, ahora tendrá que hilar fino en un gobierno de tripartito, que aunque fuerte a priori, como ya he dicho, puede resquebrajarse en cualquier momento.

Ahora cambio de tercio, esperando con sinceridad que el nuevo gobierno de Alcalá, dirija a la ciudad con cabeza, sentido común y honradez.

He tenido oportunidad de leer durante mis «vacaciones», que desde algunos sectores ciudadanos se reivindica nuevamente la figura del «defensor del vecino». Es más, he visto como la reivindicación se hace con bicho incluido, puesto que se pide que el defensor del vecino salga de las filas de los movimientos vecinales.

Pensaba que ese tema había quedado aparcado desde los inicios de la anterior legislatura, cuando la rumorología local apuntaba a que la figura del defensor del vecino se iba a crear en la ciudad  a mantel puesto,  siendo Paco Calles el comensal. Afortunadamente, Paco Calles acabó de asesor en el Fuenla, con lo que la rumorología, no pasó de ser eso, rumorología. Ahora vivimos un nuevo episodio.

Respeto la figura del defensor del pueblo, figura que más que defendernos de los políticos, está diseñada en nuestra constitución para defender al ciudadano de los posibles resquicios jurídicos que un ordenamiento jurídico tan amplio como el español puede dejar……….

Y digo yo, en Alcalá de Henares ¿ Para qué coño queremos un defensor del vecino? ¿Para defendernos de los políticos? entonces……… ¿Para qué coño acabamos de elegir hace un mes políticos? ¿Para que sean los propios políticos los encargados de elegir la persona que nos tiene que defender de sus tropelías? 

Según lo he planteado, podría parecer que el pasado 24 de Mayo acudimos a las urnas para elegir a nuestros 27 enemigos, y deberían ser ellos, los que designen a la persona encargada de vigilarles.

Absurdo ¿no? Pero no imposible, porque una de las múltiples pegas que tiene un gobierno tripartito, es que hay que dar acomodo a demasiados culos. Y aquí darnos mucho de pecho por los asesores del vecino, pero podemos estar bien calladitos cuando se trata de hablar de los defensores propios. Eso sí, todo muy democrático. Vivimos en España, donde ese tipo de gilipolleces – prefiero llamarlo gilipollez a mamandurria- tienen cabida en todas las administraciones públicas.

Eso… que por más vueltas que le doy sigo sin encontrarle el sentido, pero que nadie se rasgue las vestiduras, si aparece algún especialista reclamando el puesto.

Y ya para terminar, muchos de vosotros estaréis pensando que me he vuelto majareta, y que las «vacaciones» me han dejado tocado del ala, por no hablar de lo que pasa estos días en Alcalá…. Pues no, no voy a tocar la «flauta», hasta que por lo menos no tenga más perspectivas sobre la película de Bollywood en que se ha convertido el asunto.

Visité Bombay en la segunda mitad de los 90. Llegué allí tras ocupar plaza en múltiples aviones de diferentes líneas aéreas,  como forma de abaratar un pasaje que me permitiera recorrer en condiciones más o menos dignas  la India, Nepal y Bután. Entonces el cine de Bollywood era prácticamente desconocido en el mundo occidental, y allí – en Bombay- pude constatar la divergencia entre la realidad de las calles indias, y la fantasía con la que todo se adornaba en las «edulcoradas películas Bollywoodienses».

La película que vivimos estos días en Alcalá, no deja de ser eso, una película serie B de Bollywood con un Javier Bello como autoproclamado guionista principal. Muy complicado vaticinar el desenlace, por cuanto el filme tiene demasiados ingredientes, muchos de los cuales posiblemente tienen su origen en el laboratorio de ideas gilipollescas  que tan «excelentes resultados ha logrado durante la pasada legislatura», lo que garantizaría que la probeta se puede romper en cualquier momento, esparciendo mierda a diestro y siniestro.

La línea argumental del guión expuesto por Bello genera ya en sí un cierto sonrojo –  creo que tengo que ser sincero; me he descojonado de la risa como hacía tiempo no lo hacía-. Es importante remarcar y subrayar, que el escenario en el que nos encontramos no tiene nada que ver con el escenario que el guionista pensaba encontrar a estas alturas de Junio, lo que desbarata en sí, un guión escrito en Noviembre – por mucho pisto que se quiera tirar el pavo-.

 Por otro lado, resulta trascendente acreditar el profundo desconocimiento que del derecho tiene el  Sr. Bello – ¿Licenciado en derecho?-, ya que en un sistema jurídico penal tan sumamente garantista como el español, no se permite en ningún caso la comisión o inducción del delito, bien sea por acción u omisión, lo que situaría en una delicada situación al autoproclamado guionista del filme, en este caso el Sr. Bello, salvo que éste no haya sido del todo honesto en su verborrea, circunstancia que llevará tiempo conocer debido al secreto del sumario. La justicia ha empezado su trabajo, y sólo el tiempo pondrá a cada uno en su sitio.

De lo que si estoy seguro es de que en la escena final de la peli, no aparecerá una sensual rubia que tras salir de una tarta de merengue de 6 pisos, bailará al ritmo que la marque una cabra flautista– de eso ya nos vamos olvidando-.

 

Lo de siempre,

Tenemos lo que nos merecemos

El alcalaíno impenitente

elalcalainoimpenitente@outlook.es